Es tan sabrosa toda la cocina Mediterránea que me encanta cocinar arroces levantinos, pasta italiana o esta lasaña de berenjena y carne que los griegos llaman Moussaka. La auténtica, dicen que lleva carne de cordero, y menta como aromático, pero he preferido hacerla con carne de ternera y orégano, más a mi gusto, y ha quedado magnífica.
Justo un par de horas antes de subir esta receta he leído el artículo que hoy escribe Mikel López Iturriaga en su
blog del País. Trata el artículo sobre la apropiación que al parecer, hacemos algunos cocineros aficionados y también profesionales, de ciertos nombres de platos tradicionales, cuando lo que cocinamos no sigue los cánones escritos en no se sabe qué Enciclopedia o tratado gastronómico. Basta con ser de la tierra y decir que tienes la receta original y podrás cometer todo tipo de desmanes, pero si no eres de la tierra y le pones guisantes a una paella, estás cometiendo sacrilegio.
Ya sabéis lo que pienso, la cocina es libertad, uno de sus últimos reductos. Y esta moussaka, hecha por alguien que no tiene ni idea de cocina griega, es un buen ejemplo. Espero que nadie me reclame derechos de autor.
Buena semana
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