Codillo de cerdo al horno

El codillo es una pieza de carne incorporada a nuestras cocinas hace no muchos años. Desde luego, no tengo recuerdos de juventud relacionados con él, y bien a gusto que lo hubiera comido. Es una carne muy jugosa y con un sabor parecido al jamón cocido y al lacón. La costra que se forma en el horno le da un toque crujiente muy agradecido. Normalmente se sirve con chucrut, una col fermentada que no me gusta nada y por eso lo he acompañado de dos purés. Uno de manzana y el otro, de patata. Para una cena con amigos, un plato excelente.

La próxima semana descanso. Feliz Año Nuevo.

Hojaldre de hongos

El otoño, en lo gastronómico, lo asocio siempre a dos alimentos: la caza y los hongos. Del primero, di cuenta hace unas semanas con la receta de palomas y del segundo, os presento hoy una receta bien buena. He hecho la salsa con los pies de unos boletus recién traidos del monte, y el relleno del hojaldre, con sus sombreros. Con decir que hoy sábado tengo comida familiar y les voy a preparar esta receta, está dicho todo.

Buena semana



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Paté con hongos y jamón de pato

Esta receta es un poco especial. Resulta que la empresa Campofrío se ha puesto en contacto con nueve blogueros que cocinamos en la red, con el objetivo de promocionar su Mousse de pato Aoste. Nos ha pedido preparar las nueve recetas del recetario que acompaña al producto en cuestión. En la página en Facebook de Campofrío podéis ver las preparadas por mis colegas. También encontrareis información sobre el concurso que elegirá la décima receta, entre aquellas que enviéis vosotros.

El pintxo que a mi me ha tocado preparar es bien fácil y estaba francamente bueno.

Buena semana



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Palomas en salsa

En los meses de Octubre y Noviembre varios miles de cazadores vascos se apostan cada amanecer en las laderas y cimas de los montes. Están ocultos en puestos de caza especialmente acondicio-
nados con ramas de los árboles circundantes, y esperan pacientemente a que los sobrevuelen los bandos de palomas torcaces, que hacen su migración anual del Norte de Europa hacia el Sur de España. Si el día es propicio, con viento del sur, y las palomas vuelan bajo, el festival de tiros resulta atronador, al menos, en los oídos de un niño como yo, a los 9 o 10 años. Mi padre era cazador y cuando cada año, en otoño, veo aparecer las palomas recién cazadas en las carnicerías de Donosti, me viene el recuerdo de las ganas que puso en inculcarme la afición, aunque obtuvo nulo resultado.

Ahora bien, el no ser cazador no me impide disfrutar cocinando esta receta de siempre, basada en una cocción en salsa de verduras, vino tinto y chocolate. La paloma es seca, sobretodo sus pechugas, pero si se acompaña de una salsa impregnada de los sabores del ave, se convierte en un plato exquisito, eso sí, una vez al año.

Buena semana