Un plato de sabores reconocibles, naturales, sin aditivos. Sólo el pescado, la verdura y el aceite. Para estos tiempos de pelea con el peso, para cenar rico, para creerte que haces dieta, para irte a la cama contento y ligero.
No hay que cocer mucho la pescadilla. Tiene que quedar jugosa. Abrirla un poco y si la zona de la espina está un poco cruda, con cuidado de no romperla, volver al hervor un par de minutos más.
Buena semana
No hay mucho que decir sobre este pincho tan habitual en la cocina española. Unos buenos pimientos del piquillo, a ser posible de Lodosa, ayudan a hacerlo mas sabroso.
Buena semana
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Una de las recetas estrella de nuestra casa. Mi compañera, Maite, la llevaba incorporada en su equipaje.
Ha perdurado en el tiempo y la hemos cocinado muchos sábados, algunos lluviosos y muchos, soleados.
Me gusta el color verde en la comida, en el pescado, los mariscos.... El perejil y el pimiento verde le dan ese color, tan de mi tierra.
El secreto, además de cocinarlo con mimo, un buen caldo de pescado de base.
Buena semana
Hay platos ligados a la memoria, y éste es uno de ellos, quizás de los más importantes. Quién no recuerda las croquetas saboreadas en la niñez.
Cocinarlas siempre es complicado. Al fin y al cabo, varios miles de cocineros y cocineras, en infinidad de hogares, bares y restaurantes las preparan cada día. Mucha ciencia culinaria acumulada sobre la mejor manera de hacerlas.
Pero un blogger cocinero, en este país, está obligado a cocinar croquetas y tortilla de patatas. Las primeras, aquí mismo y de la segunda, hablaremos pronto.
Tengo que precisar algunas cantidades que no quedan claras en el vídeo. He utilizado para la masa 40 gr de harina, 30 gr de mantequilla y 10 de aceite. Con el medio litro de leche me han salido 18 croquetas.
Buena semana
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21 de Diciembre, solsticio de invierno. En San Sebastián se celebra la Feria de Santo Tomás, una fiesta de un solo día que, aunque tiene nombre de santo, es en realidad, costumbrista y popular y no contiene elementos religiosos.
Cuando llega ese día, me resulta inevitable asociarlo a la participación, en mis años de estudiante, en una original iniciativa de los centros escolares de todos los niveles, desde secundaria hasta universitarios, que se repite cada año. Cada centro (creo que unos 60 este año), se hace cargo de un puesto de venta de chistorra, un embutido poco curado, similar al chorizo, aunque más delgado. Es costumbre del día que todo el mundo se coma al menos un bocadillo, pincho o talo de chistorra. Así que se venden miles y miles de bocadillos.
Con el beneficio obtenido, se financian parte de los viajes de estudios. Y así ha ocurrido desde hace varias generaciones. Yo también estuve allí, vendiendo bocadillos y cada año, vuelve ese recuerdo agradable.
Este año, con la excusa del blog, he estado encantado de volver allí para contarlo aquí.
Me he permitido hacer dos vídeos:
El primero, es el paseo desde el barrio donde vivo (El Antiguo) hasta la Parte Vieja, donde se celebra la Feria. No he resistido la tentación de enseñaros el paseo.
El segundo, es mi visión de lo que es la Feria de Santo Tomas. Seis conceptos: ropa, verduras, puestos, chistorra, talo, y comer y beber, este último doble.
Falta uno, la cerda, que se rifa y está expuesta, entre barrotes, en una esquina de la plaza de la Constitución. Aunque la he filmado, no he querido ponerlo en el vídeo.
Ah!, y son vídeos cortitos de 2 y 2,40 minutos. Todo comprimido, como mandan los tiempos.
Hasta pronto
Feria de Santo Tomás. El paseo
Feria de Santo Tomás. La tradición
