jueves, 17 de octubre de 2013

Huevos Benedict


Hay recetas que ves por primera vez y sientes unas ganas tremendas de prepararlas, unas veces por el sabor, otras por el color, los ingredientes o la composición final del plato. El caso es que leí un artículo sobre los huevos Benedict que fue directo al Evernote y días más tarde, me puse manos a la obra.

La receta tenía un pequeño reto técnico, la salsa holandesa. No la había preparado nunca y en muchas ocasiones había pensado cocinar una receta con esa salsa, pero no acababa de encontrar el momento, ni la receta. Los huevos Benedict me abrían el camino y la ejecución no parecía complicada: trabajar el huevo y la mantequilla al baño maría, con cuidado de que el agua no hierva con fuerza y caliente demasiado la superficie del metal, dorar el pan y el bacon y escalfar un huevo.

Un desayuno majestuoso, de domingo

Buena semana



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4 comentarios:

  1. Qué recuerdos me trae esta receta! la única vez que he probado estos huevos benedict fue en mi viaje a nyc y estaban buenísimos!!!
    Los tuyos tienen una pinta estupenda y como siempre, una presentación perfecta.
    Enhorabuena!

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  2. Pues a mi me ha pasado lo mismo que a ti, le tengo miedo a esta salsa, pero ahora que te la he visto hacer, la veo super fácil, a sí que ya no tengo excusa.
    Un abrazo, siempre he querido hacer estos huevos pero por el miedo a la salsa no los había hecho.

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  3. Vaya que te han quedado redondos¡¡¡
    Los huevos benedictine son los favoritos de mi hija mayor.
    fantásticas las rodajas de pan y la salsa holandesa¡¡¡

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  4. Sigo disfrutando con tu cocina siempre, siempre, siempre.

    Besos

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