Es tan sabrosa toda la cocina Mediterránea que me encanta cocinar arroces levantinos, pasta italiana o esta lasaña de berenjena y carne que los griegos llaman Moussaka. La auténtica, dicen que lleva carne de cordero, y menta como aromático, pero he preferido hacerla con carne de ternera y orégano, más a mi gusto, y ha quedado magnífica.
Justo un par de horas antes de subir esta receta he leído el artículo que hoy escribe Mikel López Iturriaga en su blog del País. Trata el artículo sobre la apropiación que al parecer, hacemos algunos cocineros aficionados y también profesionales, de ciertos nombres de platos tradicionales, cuando lo que cocinamos no sigue los cánones escritos en no se sabe qué Enciclopedia o tratado gastronómico. Basta con ser de la tierra y decir que tienes la receta original y podrás cometer todo tipo de desmanes, pero si no eres de la tierra y le pones guisantes a una paella, estás cometiendo sacrilegio.
Ya sabéis lo que pienso, la cocina es libertad, uno de sus últimos reductos. Y esta moussaka, hecha por alguien que no tiene ni idea de cocina griega, es un buen ejemplo. Espero que nadie me reclame derechos de autor.
Buena semana
Descargar la receta
Justo un par de horas antes de subir esta receta he leído el artículo que hoy escribe Mikel López Iturriaga en su blog del País. Trata el artículo sobre la apropiación que al parecer, hacemos algunos cocineros aficionados y también profesionales, de ciertos nombres de platos tradicionales, cuando lo que cocinamos no sigue los cánones escritos en no se sabe qué Enciclopedia o tratado gastronómico. Basta con ser de la tierra y decir que tienes la receta original y podrás cometer todo tipo de desmanes, pero si no eres de la tierra y le pones guisantes a una paella, estás cometiendo sacrilegio.
Ya sabéis lo que pienso, la cocina es libertad, uno de sus últimos reductos. Y esta moussaka, hecha por alguien que no tiene ni idea de cocina griega, es un buen ejemplo. Espero que nadie me reclame derechos de autor.
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Es impresionante como te ha quedado Jose Mari, soberbia! Cómo es posible que un plato con ingredientes tan sencillos y de andar por casa sea tan delicioso ¿verdad?
ResponderEliminarUn saludo amigo!
Espectacular, no conocía la mousaka, muy parecido a una lasaña verdad? Qué buenísima pinta tiene. Gracias Josemari. Un abrazo!
ResponderEliminarRealmente deliciosa.Con tu permiso me llevo la receta. Besos
ResponderEliminarMe parece muy bien Josemari que plasmes tanto en la receta como en el comentario tus sentimientos. Me encanta ser así, como tu, poner el punto cada uno que le merezca y ser libre para hacer lo que quiera con las recetas y con su vida. Saludos.
ResponderEliminarA mi me gustan sus recetas sr Josemari... y punto.
ResponderEliminarQuién busca un buen plato no pierde el tiempo en tonterías. Gracias por su trabajo.
Que rico Josemari, te a quedado espectacular!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarLa moussaka es un plato de origen árabe que evolucionó en los diferentes territorios del antiguo imperio otomano como los pinzones en los mares del sur. La versión griega de mussaka, pronunciado "musacá" es la que nos preparas. Ciertamente es prima de la lasagna siendo el eslabón perdido entre ellas es el pastitsio griego o el pasticcio italiano.
ResponderEliminarCon respecto a la eterna polémica en gastronomía sobre la libertad de cátedra, yo me inclino por la ortodoxia, que en otras palabras significa que no se puede hacer cualquier cosa con una receta y llamarla igual; lo mismo ocurre con el léxico y la ortografía. Y eso es así desde el momento en que con respeto escribes moussaka y no musacá, porque no es lo mismo. Así que libertad dentro del respeto, como siempre debe ser.
¡Ah, se me olvidaba!, soy Cuchillero.
ResponderEliminarSaludos
No tengo ni la más remota idea de si esta versión que nos propones es ortodoxa o no, ni de si estamos cometiendo un sacrilegio al llamarla de una forma u otra. Solo sé que tiene una pinta espectacular, y que me tomaría más de un plato ;)
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